martes, 25 de febrero de 2014

La tarde del frío y un campeón de España

Méritos tiene Ángel Carrizo para que se le vaya reconociendo su ya extenso palmarés. A este ligero y hábil luchador -poco más de 50 kg- se le ocurrió un día que, como la lucha no se acuerda de los que pesan tan poco como él, mejor sería probar suerte en otras disciplinas.

De no haber sido así probablemente hubiera destacado en nuestra lucha pero nunca como para hacer una biografía de campeón. Su palmarés, decíamos, ya impresiona, este fin de semana le añadió una muesca mas con un nuevo entorchado nacional de lucha sambo, categoría de menos de 52 kg. Pero, más allá de los resultados, Ángel es un luchador ejemplar, implicado siempre en los entrenamientos, cumplidor y serio, hace equipo y está cuando se le necesita. Por eso, y porque tiene mucho que enseñar, la temporada pasada ha empezado a asumir  responsabilidades con la base de nuestro club. Su concepto de la lucha, su visión más deportiva y rica en experiencias a buen seguro que aportará mucho a nuestros niños. Enhorabuena para él.




En lo que respecta a la “liga de campeones”, actualmente en disputa, nueva jornada, esta vez en el pabellón Hansi de la Universidad. Ambiente desangelado y frío que consiguieron caldear los luchadores con su entrega y derroche físico. A estas alturas ya es una evidencia que esta competición premia a los más fuertes físicamente, amén de otras consideraciones y virtudes el sistema competitivo deja en lo más alto a aquellos que mejor preparación física muestran. En cuanto a los nuestros buena nota para un Javi Oblanca que sufrió mucho para cumplir en báscula pero que después dio una lección magistral de lucha, y eso pese a los calambres que sufrió fruto de la bajada de peso  previa.

En medios la falta de previsión de Morala le dejo fuera de la disputa de la jornada, tan sólo fueron 200 gramos en exceso los que le privaron de luchar.

En semipesados Sergio Pérez simplemente espectacular, serio, seguro, firme y resolutivo en sus enfrentamientos, nueva victoria sobre Clemente y aviso para lo que viene, a ver si en esta temporada le respetan las lesiones de una vez por todas. Jesús Cabero mostró mejor cara ya que en la primera jornada y se va animando.

En pesados nueva victoria de Caberín, refuerza liderato y se consolida en esta liga, además expone y se esfuerza por hacer buena lucha, lástima que muchos no lo valoren y se vayan cuando comienza la categoría de pesados, por detrás Omar Liquete sigue dándolo todo, mostrando buen hacer y arriesgando para estar en la final, es de agradecer.

En categoría femenina nueva entrega de la “maldición de los Morala”, Noelia tampoco consiguió dar el peso y se quedó fuera, en esta ocasión por 400 gramos, Ariadna se esforzó pero no pudo derrotar a la líder del peso, Tamara Gómez.
En medios, un caso parecido al de Sergio Pérez: Miriam Marcos manda y se exhibe, venció sin problema en sus dos enfrentamientos y se clasificó matemáticamente ya para la disputa de la final, otro ejemplo.

Esta liga es evidente que suscita el interés de luchadores y aficionados, también es claro que aún no se ha logrado cubrir algunos de los objetivos inicialmente marcados. En esta jornada se redujo la duración, pero aún sobra media hora para ajustarla a lo deseado. Cierto es también que hay circunstancias difícilmente salvables, los paréntesis por lesiones, la dilatación en exceso de algunos agarres, la falta de atención de los luchadores (y eso que en esta ocasión disponían de una pizarra que les informaba del orden de los enfrentamientos). No obstante, y de cara a la próxima jornada se pondrá aun más empeño en acortar todo ello. También esta competición tiene una vertiente “educadora” y de cambio de mentalidad, tanto para luchadores como para el público.
La lucha precisa de innovación, de evolución, modernizarse en suma, y para ello hay que desterrar costumbres y hábitos que no con compatibles con el deporte. En ésta liga se ha puesto especial atención en cuidar y atender a los luchadores, fruto de esta idea se les reserva un espacio propio y se pone a su disposición todo aquello que puedan precisar, pues bien, pese a delimitar su zona claramente resulta casi imposible hacer entender a un sector del público que su sitio es la grada. Ese compadreo tan consustancial de la lucha hace que haya quien no entienda que, por ejemplo, el pesaje ha de ser una parte de la competición ya, en el que nada pinta la madre de…, el padre de… o el amigo/a de…, todos los luchadores en esta competición son adultos, mayores de edad y por lo tanto no han de necesitar que nadie les acompañe a pesarse. Después, en el calentamiento y durante la propia competición tampoco puede ni debe convertirse la zona reservada a los luchadores en una romería por donde desfilan -casi siempre los mismos pelmas- molestando y distrayendo a los deportistas. A nadie se le ocurre bajar a darse un paseo por la cancha en los descansos de un partido del Ademar o de la Cultural, tampoco se admite que un espectador se meta en el banquillo a dar conversación a los jugadores o al entrenador, aquí esto no se respeta y eso es evidente que tiene que cambiar.
Después esta el tema de los niños que acuden a las competiciones con sus padres, fenomenal que lo hagan y que con ello se enganchen a la lucha, pero de ahí a que se les deje descontrolados y que sus padres les consientan todo, correr por el pabellón sin control, montar partidos de fútbol sala o coger el agua de la nevera reservada a los luchadores… pues tampoco. Son hábitos a desterrar si se quiere modernizar la lucha y equipararla al resto de actividades deportivas, pero para eso todos, organizadores, luchadores y público hemos de poner de nuestra parte, no vale con que unos pocos pongan de su parte si el resto no respeta ni sabe comportarse.



                                                   Jesús Oblanca Sánchez
(Presidente del Club de Lucha Bernesga)

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