Espera hasta ver…, dijo el paisano, y así seguimos; anclados
en una rutina que mata cualquier atisbo
de esperanza, que nos condena a ser
testigos mudos? de la muerte de una de nuestras señas de identidad más
valiosas. De una parte de nosotros cuya propiedad ni siquiera
nos corresponde, de la que tenemos el compromiso de mantener y
transmitir a nuestros hijos en las mejores condiciones posibles, en toda su
esencia. Incapaces de eso perdemos nuestra energía en comportamientos y
actitudes estúpidos y cainitas hasta el extremo, y en esa guerra, fratricida y
absurda, la lucha se nos va.
A estas alturas, y desde la perspectiva que dan los años,
uno se da cuenta de las oportunidades perdidas, de lo estéril de los esfuerzos
y sacrificios en pro de lograr el desarrollo y el acomodo de este deporte en la
sociedad y el deporte moderno. Lo que no
acabo de entender es la actitud de quienes, haciendo un uso aprovechado de la
herencia recibida, se erigieron ellos mismos en salvadores de este patrimonio y
se dedicaron, y se dedican con más bilis de la cuenta, a hacer el mayor daño
posible a quienes ellos consideran usurpadores de un patrimonio que es de
todos. No es que les neguemos
aportaciones valiosas, que las han tenido, pero al final eso ha quedado
ensuciado por otros comportamientos dañinos y egoístas hasta el extremo. Cada uno defiende lo suyo, eso es cierto, y
nunca criticable, pero que se usen argumentos y pretensiones desproporcionadas,
eso ya no lo entendemos. Que se solicite una sanción de inhabilitación de siete
corros a tres años para un menor que lo único que ha hecho es salir a luchar
cuando le mandaron nos parece no ya desproporcionado sino ruin y hasta
miserable. Si ya es difícil, y todos lo tenemos que saber, sacar nuevos
chavales, sangre nueva que salte a los corros y mantenga la llama viva, como
para machacarles con estas cosas. Si Ud. Cree que se han visto vulnerados sus
derechos es muy lícito que luche por ellos, pero siempre con un criterio y
ponderando las repercusiones que eso puede tener. Cargue Ud. contra el delegado
o contra el entrenador del equipo, que están identificados por cierto, que puso
al chico en esa lista y que es el único responsable de que el chaval saltase al
corro a hacer lo que sabe, luchar, él de normas y reglamentos entiende poco y ni
falta que le hace. Ahí si echan el
resto, en esas guerras, pero cuando llega el momento de dar el paso y ser responsables,
y hablo ahora de acudir a otra instancia a pedir que sea un juez quien ponga orden
en una federación caótica y sumida en el caciquismo más dañino, ahí ya reculan
y se amparan en decir que” así no”, “que eso no les vale…” Ya! Suerte que,
después de la “E…” y de la “D… “aun hay
lucha y así lo han entendido los luchadores de su club que ya navegan solos Curueño abajo; y con buenas expectativas de
futuro por cierto. Si a esto se une la incompetencia y negligencia de unos
comités disciplinarios que marcan el mismo paso que la propia federación: que
tardan dos años en instruir un expediente, que no respetan los trámites y
plazos reglamentarios, que se saltan a la torera los procedimientos
disciplinarios establecidos y hasta las garantías constitucionales, que sancionan sin dar audiencia a los propios
interesados, y que tardan en resolver ¡¡¡cinco
años!!!, pues el resultado es que seguimos siendo el hazmerreir de todos,
dando que hablar para mal, como siempre.
Volviendo a ese espíritu cainita y autodestructivo que
impera en esta nuestra lucha, un episodio más: convocatoria y publicación de
bases desde la Diputación para la organización
de corros de liga por equipos. Se articulan unas bases reguladoras que
implícitamente excluyen a nuestro club de la posibilidad de acceso a esta
competición por estar radicado en un municipio de más de 20.000 habitantes. Y a
esto la federación, que ha de defender y dar cobijo a TODOS los clubes adscritos a ella no defiende nuestros intereses y
agacha las orejas ante el mandato diputacional, marginando con ello a una parte
importante de luchadores. Con esto, la actual directiva manifiesta, una vez más,
su absoluta incapacidad, falta de criterio y de argumentos a la hora de regir
los destinos de este deporte. Lejos de
tratar de llegar a acuerdos, de intentar logran un consenso y buscar un diálogo
entre instituciones que posibilite el acceso de todos los clubes a esa
competición, como por otra parte ya se venía haciendo durante muchos años ,se
conforma con el dictamen y el criterio de un servicio de deportes cuyos” logros”
en cuanto a impulso y mantenimiento de la lucha son ya de sobra conocidos por
todos.
Es un episodio más pero de mayor gravedad si cabe por cuanto
que conlleva un agravio comparativo hacia nuestro club de difícil reparación.
¿Donde se ha visto que una federación promueva y dé el visto bueno a una
competición oficial en la que implícitamente se vete a uno de los clubes
adscritos a ella? Se perfila una nueva liga “a dos “ o “a tres” como mucho,
esperamos que este año sin tangana final como la del año pasado. Por supuesto
no lo dejaremos así. Al final creemos que lo que se busca es cubrir
el expediente y hacer creer que se hace algo cuando en realidad lo que hay es
humo. Se dota una subvención para un trofeo devaluado y sin interés, desplazado
de su fecha habitual por la falta de previsión y de ganas de trabajar de unos
dirigentes a los que ya todo parece darles igual. Ahora ya repercuten
directamente a los clubes la responsabilidad de organizar la competición y de
gestionar el cobro de la subvención correspondiente, con el único compromiso
adquirido de ayudar a “falsear” las justificaciones económicas, que parece que
de eso sí que saben bastante.
La conclusión es que a día de hoy, mediados de Mayo, no ha
habido una sola competición organizada por esta federación, (su aportación a la
Liga de Campeones es meramente testimonial) no hay siquiera atisbos de
calendario competitivo, casi medio año sin noticias de la federación salvo en
lo extradeportivo. No extraña por tanto el decaimiento y la apatía de unos
deportistas, que cada vez son menos por cierto, a la hora de planificar una
temporada que se presenta más incierta y caótica que nunca. Como aperitivo ya
se vislumbra el viaje a Barcelona, tras el desplante del año pasado
(desplazamiento de sólo ocho luchadores con designación dactilar) ya vuelven
las mentiras y los engaños, la
desesperación de la casa de León en Barcelona porque nadie dice la verdad e intuyen un nuevo “fogonazo” luchístico en
vez del ya tradicional corro de liga.
A uno, que ya le va quedando poco en el convento, lo que de
verdad le apena no es ya sólo la situación general de la lucha; es el abandono
de facetas tan sensibles como la lucha base, algo por lo que se ha peleado y
mucho. Han sido muchos años de tratar de
poner en valor el verdadero futuro de este deporte y ahora parece que todo ha
sido en vano. Asumimos con ello también
nuestra parte de culpa por no haber sabido o no haber podido hacer más. En
cuanto a la gestión federativa; estos, como el paisano: “Espera hasta ver… “
Jesús Oblanca
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