Finalizada ya la competición, con el poso que deja lo vivido y con el cuerpo y el ánimo ya reposado es hora de hacer balance.
En
primer lugar es obligado el agradecimiento a todas aquellas empresas e
instituciones que apoyan este proyecto y que se implican de una u otra manera
contribuyendo a sacarlo adelante. Eulsa, Aguas de León, Drasanvi, Coca Cola,
restaurante Gino’s, restaurante Rua Nova (perdón si alguno queda en el
tintero), y por encimo de todos, la concejalía de deportes del Ayto. de León.
Eso en cuanto a empresas e instituciones, pero también están los nombres
propios que trabajan, ayudan, se implican y dan la cara: José María López
Benito, Antonio Barreñada, Javier Reyero, María José Álvarez, Jose Antonio y
Aidy del ayuntamiento… esos son los auténticos pilares sobre los que sustenta
este proyecto. A todos ellos nuestro más profundo agradecimiento por su trabajo
y por habernos confiado la responsabilidad de contribuir al desarrollo de esta
idea.
En
segundo lugar, y como es lógico, tenemos que reconocer y asumir los errores,
que los ha habido. De todos ellos hemos tomado nota y ya estamos trabajando para
subsanarlos de cara a futuras ediciones. No es disculpa, pero por mucho empeño
que se ponga en elaborar una reglamentación exhaustiva y completa, siempre se
escapa algo, siempre surge algún imprevisto. Como decíamos, anotado queda. Lo
que sí es de agradecer también es la actitud de todos los implicados,
especialmente de los luchadores, quienes en todo momento mostraron una actitud
positiva contribuyendo con ello al buen desarrollo del campeonato. Baste decir
que en toda la competición no existió ni un solo recurso, la comisión técnica
no recibió ni una sola reclamación, tan
sólo consultas puntuales sobre interpretaciones reglamentarias. Eso lo dice
todo.
En
cuanto al resultado final nos queda un
sabor agridulce, por una parte creemos que la competición gusta, que es
atractiva para luchadores y aficionados, que tiene emoción y que es ajustada y
razonable en cuanto a duración. Por otro lado, es evidente que la asistencia de
público, especialmente el día de la final, fue demasiado corta, ahí habrá que
incidir de cara a futuras ediciones.
Como
organizadores tratamos de ser exigentes y críticos con nosotros mismos, durante
mucho tiempo lo hemos sido con nuestra federación y por lo tanto teníamos claro
en qué errores no queríamos caer. A día de hoy el apartado económico está
cerrado ya, todos los luchadores han cobrado y los proveedores al noventa por
ciento también. Ese fue nuestro
compromiso y está prácticamente cumplido a día de hoy.
En
lo deportivo felicitar a todos los campeones y en especial a los nuestros: Ana
Fernández, Miriam Marcos y Abel Cabero que estuvieron a gran altura todos
ellos, también a otros que lucieron como las debutantes Nerea y Vanessa y a un
Bahillo que ya va mereciendo más.
De
la actualidad luchística, pues poco que decir, que no damos la razón a quienes
ven la inconveniencia de resolver en un juzgado los problemas de esta federación.
Antes hay que hacer un análisis más profundo y responsable de los pasos de esta
federación en los últimos tiempos; de sus obligaciones incumplidas (tres años
sin presentar las cuentas), del oscurantismo en la gestión. Cuando los
mecanismos federativos (asamblea, comités disciplinarios comisión revisora de
cuentas…) no funcionan o parece que están dirigidos pues no queda otra
alternativa que la de acudir a la justicia ordinaria y que sea un juez quien
inste a los dirigentes a cumplir con sus obligaciones y que se depuren
responsabilidades. No dejan otra opción.
Jesús Oblanca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué piensas sobre éste artículo?