miércoles, 12 de noviembre de 2014

Reflexiones Campeonato Provincial Base y Senior 2014



Ni el momento ni el lugar son los adecuados, el mes de Noviembre no parece el mejor para una cita tan señalada, tan importante como el campeonato provincial. El desangelado y frío pabellón de Mansilla, (por mucho cañoneo y mucho tapete en la grada que se quiera poner), no es suficiente. La afluencia de público (y de luchadores) lo dice todo. En la mañana los sufridos padres y poco mas, y por la tarde los trescientosypico incondicionales de siempre. Después del fiasco de Matallana no espabilamos y volvemos a las mismas una vez más. Alguno sabrá por qué…


         En lo deportivo, (de la des-organización casi mejor ni hablar: caótica, y eso que había muchos pululando por la mesa) éxito de nuestros pequeños, seis campeones absolutos: Víctor Cuevas, Sandra López, Isabel Justel, Nerea Lorenzo, Sergio Álvarez y Dani López dejaron alto el pabellón y nos llevaron a ser los mejores en cómputo general.



         Buenas actuaciones de todos en general, buscando disfrutar más que otra cosa, que es de lo que trata a estas edades.  Con eso ya es suficiente.

         En lucha sénior premio más que merecido por su seriedad y  constancia en los entrenamientos para Ana Fernández campeona en el peso ligero, y un entorchado más, y ya van… para Miriam Marcos en el peso medio. Corta participación femenina, entendemos que consecuencia de la desatención federativa hacia esta categoría más que otra cosa. Las chicas se van desanimando y pierden motivación. Ahora algún espalibado querrá utilizar el dato de participación para quitarles la razón en sus justas reivindicaciones.



         En sénior masculino buenas participaciones con luchadores nuestros en el cuadro de honor de casi todas las categorías, aunque no hubo premio gordo para ninguno de ellos.

         Como análisis final, resulta más que preocupante la dejadez e indolencia de unos árbitros que renuncian a aplicar las pasividades sistemáticamente. Esta circunstancia tiene mayor gravedad en el caso de la base. De poco sirve que en las escuelas se les inculque una actitud más activa y de ataque como sería deseable si después en las competiciones no se aplica el reglamento. 

         El sábado vimos a niños con actitudes totalmente pasivas, sin hacer ni un solo ataque, especulando con el resultado. No son tontos, se han dado cuenta de que no existen las pasividades y juegan con ello. En sénior hay luchadores que también han aprendido a hacer virtud de esa circunstancia, y eso repercute negativamente en el espectáculo. Da pena. Que, de remate, se quiera tirar por la calle del medio ante un error de la mesa clasificando para semifinales a un luchador que ha perdido su combate, ya no tiene nombre ni justificación posible. 



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